Tras el explosivo desarrollo tecnológico e informático, nace la necesidad de que la educación tenga un cambio significativo, por lo que se adopta como enfoque, la nueva visión de la sociedad postmoderna.
El sistema común analizaba los resultados como parámetro de calidad, sin tomar en cuenta los procesos realizados, ni los diferentes contextos donde estos ocurrían, por lo que surge la visión de abordar la ecuación de manera holística y compleja, donde se tomen en consideración las diferentes redes que interrelacionan en los múltiples contextos. Esto permitirá la compresión global de las organizaciones educativas y sus diferentes formas de actuar.
La organización educativa, esta en constante interacción con la comunidad, actores y contextos, por lo que debemos tener claro que no es una maquina perfecta y previamente diseñada, sino que es un proceso complejo que esta en vías de desarrollo, pero con la colaboración de cada uno de los agentes.
Insertarnos en el tema de las organizaciones implica, de la misma forma, abordar el sujeto quien es un componente fundamental de éstas. Es por esto que se debe tener en consideración al individuo como un ser complejo, donde sus relaciones dependen de su ser, pensar y hacer. Se debe estar al tanto del contexto el cual llevará al individuo a comprender los diferentes aprendizajes, siendo relevante la comprensión de la sociedad.
La sociedad con el individuo se necesitan mutuamente, y además, se interrelacionan para asumir un rol organizacional. No existe sociedad sin individuos que la conforme y actúen en ella y tampoco existe individuos sin una sociedad en la que acudir y actuar. No podemos olvidar lo que dice Morin 2001; 89 “…que uno no existe sin el otro, más aun, cuando uno es al mismo tiempo el otro y son tratados como términos y conceptos diferentes”. El hecho de tratarlos como conceptos diferentes no debiera existir, ya que son un complemento para poder llegar a una meta u objetivo común, además que si se apoya en el otro es capaz de potenciar de mejor manera el trabajo.
Es por esto que el cambiar a una nueva organización educacional desde una mirada compleja, nos permite elaborar un currículo holístico que implique una nueva visión integral, una nueva vivencia y auto transformación con la presencia de un respeto ecológico del contexto y de lo humano.
Podemos concluir que si queremos llegar a un cambio educativo concreto, debemos cambiar primero la manera de pensar, esa idea de ver “el todo” como algo segmentado, y afrontar la relación que existe entre individuo y sociedad.
El sistema común analizaba los resultados como parámetro de calidad, sin tomar en cuenta los procesos realizados, ni los diferentes contextos donde estos ocurrían, por lo que surge la visión de abordar la ecuación de manera holística y compleja, donde se tomen en consideración las diferentes redes que interrelacionan en los múltiples contextos. Esto permitirá la compresión global de las organizaciones educativas y sus diferentes formas de actuar.
La organización educativa, esta en constante interacción con la comunidad, actores y contextos, por lo que debemos tener claro que no es una maquina perfecta y previamente diseñada, sino que es un proceso complejo que esta en vías de desarrollo, pero con la colaboración de cada uno de los agentes.
Insertarnos en el tema de las organizaciones implica, de la misma forma, abordar el sujeto quien es un componente fundamental de éstas. Es por esto que se debe tener en consideración al individuo como un ser complejo, donde sus relaciones dependen de su ser, pensar y hacer. Se debe estar al tanto del contexto el cual llevará al individuo a comprender los diferentes aprendizajes, siendo relevante la comprensión de la sociedad.
La sociedad con el individuo se necesitan mutuamente, y además, se interrelacionan para asumir un rol organizacional. No existe sociedad sin individuos que la conforme y actúen en ella y tampoco existe individuos sin una sociedad en la que acudir y actuar. No podemos olvidar lo que dice Morin 2001; 89 “…que uno no existe sin el otro, más aun, cuando uno es al mismo tiempo el otro y son tratados como términos y conceptos diferentes”. El hecho de tratarlos como conceptos diferentes no debiera existir, ya que son un complemento para poder llegar a una meta u objetivo común, además que si se apoya en el otro es capaz de potenciar de mejor manera el trabajo.
Es por esto que el cambiar a una nueva organización educacional desde una mirada compleja, nos permite elaborar un currículo holístico que implique una nueva visión integral, una nueva vivencia y auto transformación con la presencia de un respeto ecológico del contexto y de lo humano.
Podemos concluir que si queremos llegar a un cambio educativo concreto, debemos cambiar primero la manera de pensar, esa idea de ver “el todo” como algo segmentado, y afrontar la relación que existe entre individuo y sociedad.
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